miércoles, 8 de febrero de 2017

Tiempo

Es curioso cómo un día eres una madre que puede con todo, todo va bien, no hay baches en el camino y  de repente, de la nada, todo se viene abajo, aparece de nuevo el cansancio, la poca paciencia, el agotamiento, y todo en el horizonte son problemas.

No creo que haya cambiado todo tanto en cuestión de minutos, pero al final del día de ayer, todo me sobrepasó. M que no quería cenar, y no sé si es que estaba cansado, o que los guisantes, la tortilla francesa y la manzana asada no le apetecían nada, pero llegó el colmo de mi frustración. Que al final todo es por el cansancio acumulado y él no dormir.

Habitualmente a M le duermo yo, pero ayer como ya no podía más, deje que su padre lo intentara, y fueron 15 minutos o más de llanto desconsolado, para que al final yo claudicara y relevara al padre. Mala jugada por cualquier lado porque con el sofoco tardó más en dormirse. En este caso no sirvió eso que te dicen que después de llorar se duermen y caen, no. Y luego tuve al padre diciendo que M manipula.

No creo que manipule. Creo que le gusta dormirse conmigo, tumbado en la cama, y danzando por encima de mí hasta que encuentra la postura y se duerme. Como no sabe decirlo con palabras, pues llora, es su forma de expresión, para protestar por el cambio de rutina.


Es complicado a veces el día a día, está vida moderna donde le madres trabajamos y no hay tiempo de nada, con lo que en lugar de tomarnos el tiempo que el bebé necesita, el tiempo que nosotras necesitamos, intentamos hacerlo todo a la carrera y ya. Y todo al final pasa factura. 

Porque quiero llegar a todo, y querer hacer todo con tiempo limitado es complicado. Intento también sacar tiempo por las noches para coser a M un libro de fieltro para que pueda tocar y estrujar y podamos jugar con él, y lo que tardaría una semana en hacerlo, se convierte en más de un mes.


Asi que intentaré aprender y  seguir intentando encontrar el equilibrio, haciendo malabarismos para no quitar tiempo para estar con M, dormirle siguiendo sus ritmos, y dejarle comer libremente. Al menos lo seguiré intentando. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario