martes, 18 de septiembre de 2018

El verano se acaba, y la excedencia

Tres meses de verano, de estar con los dos, que en Octubre empiezo a trabajar. Pensaba yo en muchas cosas, en el regalo que ha sido para M que esté con él un año sin trabajar, en el regalo que ha sido para Julieta estos 9 meses conmigo, en la pena que me va a dar dejarlos, porque al fin y al cabo esto también ha sido un regalo para mi. No he tenido tiempo de mucho, he estado muy cansada, he discutido con el maridín, me he enfadado con M incontables veces, por el agotamiento y que eso conlleva que tengo poca paciencia; he intentado aprender y manejar las situaciones  diferentes,(a veces con muy poco éxito), nos hemos reído, hemos llorado.... y me ha parecido genial poder hacerlo. Porque he tenido tiempo de estar con M y con J sin prisas, poder echarme en la cama con J por la mañana y ver como duerme (como hoy), contar cuentos, dar paseos, ir al parque, ir por las tardes a la piscina, bañarnos y jugar al escondite- también gracias a los abuelos que estaban con J si yo jugaba con M. Y es que yo recuerdo con especial cariño que mi madre jugara conmigo cuando éramos pequeños, así que devuelvo ese amor a la siguiente generación. 

Lo malo es que esto se acaba y yo vuelvo al trabajo. M vuelve al cole, y J irá a la guarde en algún momento aunque ahora estará en casa. La vida que sigue, que esto no se para ni por equivocación. M ahora llora mucho porque no quiere ir al cole. Me da penita. Hoy en el coche se ha quitado los zapatos y los calcetines. La semana pasada tampoco comió en el cole, me decían que se ponía a llorar. Además que los dos han caído malos y están con catarro, mocos y otitis, así que las tardes son un caos, el finde ha sido complicado, y está claro que el verano se acaba y empieza otra nueva etapa. A ver como se nos dan las cosas de aqui en adelante. 
La vida es un camino