lunes, 26 de noviembre de 2018

10 meses y comida


10 Meses, y sigue pasando el tiempo volando. Pero  mucho. Dentro de nada la pequeña J ya tendrá 11 meses, y no se si habremos evolucionado mucho del punto en el que estamos: seguimos con teta, haciendo colecho, durmiendose en la teta y felices con este panorama, por ahora. No se qué pasara en un futuro, claro.
J también sigue más o menos igual: no gatea, no tiene dientes, y todavía pelo, pelo, poco. Trenzas como sigamos así le podré hacer en la primera comunión. Como se queda sentada, y quiere alcanzar cosas que están un poquito lejos, alguna que otra caida de cabeza ha tenido. Una cosa es estirarse, y otra cosa que no es todavía la mujer elástica. Aunque si sigue así, quizás consiga convertirse en elastigirl. 
 Y con la comida, yo estaba muy emocionada porque J comía genial. Le ponías la comida delante, y con los trozos pequeñitos, como hace la pinza perfectamente, a la boca que iba. Y si nos poníamos a darle con tenedor o cuchara, también. Una gozada. Estábamos que hacíamos la voltereta hacia atrás, que comparado con su hermano y lo complicado que es que coma, pues estábamos más felices que una perdiz. Pero últimamente la cosa ha cambiado. Ahora le das arroz con tomate y lo escupe ( a su hermano M, tampoco le gusta el tomate, eso sí, el arroz, como a los niños chinos), le pones fruta y la tira al suelo…. Y su padre me dice el gracioso, que si se alimentara por las manos, iba a ser un éxito total, que solo estruja la comida y la tira. Y que “Lucia mi pediatra tiene dudas sobre el BLW. Que no me he leído su artículo, y tampoco tengo mucho tiempo de leerlo, que el BLW nos estaba yendo genial y la niña comía muy bien hasta que han llegado los 10meses. Que también puede ser que piense que la carne le gusta más que la fruta, que la verdura o que el arroz con tomate. Vete tú a saber, que todavía no me lo ha explicado. No me lo ha explicado hablando claro, que tirando la comida al suelo me lo ha dejado muy claro.
Lo bueno de todo esto, que he llegado un poco más a un estado de no preocuparme  (aunque me preocupo), porque digo, toma teta, se estará alimentando, y la leche se supone que es un alimento completo, falto de hierro, pero para eso ya sí que la carne se la come como si no hubiera un mañana.
Total, que su padre y yo seguimos con lo mismo “que envidia nos dan los niños que se comen un plátano solos”, que mis hijos estrujar comida, estrujan, pero metérsela en la boca….. eso ya es otra historia.
Asi que la historia de la comida en la familia, sigue. 


lunes, 5 de noviembre de 2018

Celos


Celos, eso tan intangible que de repente llega y dices “ ay la madre y ahora que hago”. Que a veces pienso que debería tener un oráculo encima de mí, para que me explicara qué hacer en cada situación nueva. Hemos estado 4 días de puente, y alguno de ellos ha sido muy intenso. El viernes estuve sola con los dos, y mientras intentaba dormir a J en el porteo, M gritaba que quería estar él en el porteo. Tras infructuosamente explicar que eso no se podía (y como va a ser posible que M con tres años entienda mi explicación, si yo entiendo que para él no tenga sentido que yo no pueda cogerle), al final terminé por poner la tele, dormir un poco a J en la teta sentada, mientras con el otro brazo cogía a M.

Y si J está dormida en un lado de la cama, M quiere también ese lado. Que sí, que duermen los dos en la cama de los padres, que no voy a montar la tercera guerra mundial con bomba nuclear incluida en estos momentos de la vida, para sacar a M de la cama, cuando J está. Ya dentro de unos meses me planteo sacar a los dos. O seguir así. Quien sabe. Hay tantas cosas que no sé….

El sábado que salí a comprar, M decidió que quería ir en el carro, así que tuve que ponerme a J en porteo (que ahí no le molestó) y él ir en carro. Pero así estamos. Y lo paso mal por M, porque no sabe gestionar todavía que exista otra personita que acapara algo de atención de su madre. Como no hay nada como leer, si leo sobre los celos, descubro que se pasan, y que no, que también duran toda la vida. Que siempre hay algo que existirá ahí, y que los padres lo mejor que podemos hacer es servir de referente y guiar a nuestros hijos. Por eso necesito el oráculo, porque a veces es muy complicado saber como comportarse. Y estar a la altura, que somos al fin y al cabo referentes.
Y que he contado solo dos situaciones de celos, pero que M cuando se pone intenso, no quiere que de teta a J, no quiere que juegue con ella, no quiere que la coja, no quiere nada. Y se pone a gritar, se pone a llorar, a llamar la atención.... que ser un niño de tres años, está claro que es complicado. Y nos quejamos nosotros del trabajo :)

Niños, abuela y madre de compras.

lunes, 29 de octubre de 2018

Nostalgia de bebé


Hoy el bebe de una amiga ha nacido, y además  de la alegría que haya salido todo  bien, me ha dado añoranza, y ternura, de mis bebes. Porque  J con casi 10 meses y M con 3 años, la etapa de bebe se va yendo. Y lo recuerdo con una ternura infinita, y nostalgia. Tener a un bebe en brazos, dar teta, dormir con él… es precioso, genial, lo mejor del mundo. Vale que el cerebro borre todo lo duro, que si me preguntais el primer mes, no estaría yo dando tantos saltos de alegría, que daba teta a J en el salón, si me levantaba por la noche, porque regurgitaba y no la podía dar tumbada en la cama, y M se despertaba, y tenía a los dos en el salón, una en la teta y al otro dormido en mi hombro y con la mano en la teta... Es verdad, es verdad, que los inicios fueron duros. Pero no tan duros como con M. 
Con J no hemos tenido ese agobio horrible, esa presión…  Con M nos pasamos discutiendo casi el primer mes - que quizás también exagero, pero era salir del pediatra y empezar a "hablar-discutir", de si darle leche de formula, de si seguir con el pecho, de si darle chupete, de si dormir con él en la cama…, con J se nos fue todo este agobio y ha sido más fluir. También es verdad que quizás como teníamos menos tiempo, pues era lo que era y ya está-.  Y  se dio teta, seguimos con ella en la cama, no lleva chupete. Y todo va más fácil. J tiene casi 10 meses y no gatea, no le ha salido ningún diente aún, y se medio da la vuelta pero luego no sabe volver de nuevo a ponerse boca arriba. M con esa edad ya gateaba, se daba la vuelta desde los 7 meses, y tenía ya dientes. Y qué direis?, pues que  con J no nos agobiamos. Con M estábamos, "gateará?? Va tarde?  lo estamos haciendo bien? la gente dice esto... y esto...y esto .." Que al final hay que disfrutar, y que a los padres primerizos, por mucho que nos digan, se nos olvida.  



miércoles, 17 de octubre de 2018

Dudas, dudas, dudas, y noches malas


Los mundos de M. Los diferentes mundos de la maternidad. El lado precioso, luminoso, brillante, y el lado que me come por dentro y me crea ansiedad. Esta vuelta al trabajo está siendo muy dura para M. Estamos en crisis. Llevamos tres días que están  siendo muy duros.  Que M se despierta a las 6:30 cuando yo me levanto, y entra ya en espiral, llorando y sin escuchar que quiere estar con mamá.  Hoy ha sido igual y tengo un agujero en el estómago, una opresión en el pecho. No puedo más que pensar  en el pobre M sufriendo. Esta noche además a la una de la mañana se ha despertado y llorando de nuevo. Es como si tuviera estress  post traumatico. O a lo mejor el estress post traumático lo tengo yo.
Me asombra la gente que tiene todo tan claro en la vida. Con los hijos, las decisiones, el camino a tomar. Yo soy un mar de dudas, con el padre intentamos hacerlo lo mejor posible, pero no sabemos si nuestras decisiones son acertadas.
Empezamos a colechar con M porque lloraba en la  cuna y no dormía. Estuvimos los tres en la cama, papa, M y yo hasta que me quedé embarazada de J. Ahí con la tripa el pobre padre no cabía con nosotros en la cama y se fue a la de M. Intentamos que M durmiera en su cama, cuentos con papá, apagar la luz, dormirse… y funcionó relativamente hasta que M de nuevo quiso venir a dormir con mamá. Así que ahora estamos M, J y mamá en la cama, y papá ha sido echado a la de M.  Ayer M quería dormir en su cama con mamá. Nos pareció bien y se durmió en su cama, pero yo me levanté y me fui. Que pasó? Que a la una de la mañana hubo drama en casa, cuando se despertó. Y esta mañana más drama que quería estar con mamá. Así que su papa y yo nos preguntamos si todo lo que estamos haciendo está bien o no. Lo hacemos por amor, lo hacemos  porque es lo que mejor nos  viene a la familia. Lo hacemos porque es  el camino que se nos presenta delante y el que vemos que es el mejor.

Pero empezar a trabajar y dejarles, es muy duro.  Muy duro. Para mí es ir contra mi naturaleza, dejar a mis hijos. Porque J también se pone triste y llora cuando me voy. ¿Cuándo se acabará este malestar, por llamarlo de alguna forma? De no querer dejar a mis hijos? Cuando tengan 18 años no me necesitarán, pero ahora sí.
Seguiré con mis lágrimas, viendo a mis bebes que crecen, y que sufren porque no estoy con ellos.
Que duro es esto de no saber cual es el mejor camino, eh?
Que bonito cuando solo hay risas y juegos. Lo complicado es saber qué hacer cuando M está triste, enfadado, y no sabe manejar sus emociones. 


lunes, 15 de octubre de 2018

Vuelta al trabajo


Estamos a día 15 y llevo dos semanas trabajando. Esta semana ha empezado muy mal. M despierto desde las 6:30 y llorando porque me he levantado y me he ido. Padre y madre intentando calmarle sin nada de éxito, explicándole que me tengo que ir al  trabajo. Fracaso absoluto. Ha estado llorando con el padre otra hora y media, no ha desayunado, ha acabado con la paciencia del padre…. Yo he dado un golpe al retrovisor del coche, solo tengo ganas de llorar. El trabajo no es lo más importante en mi vida, son mis hijos. Y aquí estoy trabajando. ¿en qué momento pensé que esto podía salir bien?
Estoy totalmente desmotivada con el panorama actual que tiene España, 16 semanas de baja, los padres haciendo malabarismos si los niños se ponen malos, que se ponen, teniéndoles que llevar a la guarde cuando son tan pequeños… no existe nada de conciliación, vamos, que si a día de hoy me preguntan, digo que tal y como está montado España, esto es una verdadera M con mayúscula. Y soy de las afortunadas que he estado con J, la pequeña, 9 meses. Y se me parte el corazón dejarla también. Y para qué? Para volver a trabajar en una rueda sin sentido? Deberíamos volver un poco más a la vida más tranquila, a disfrutar, estar con nuestros hijos, vivirlos, amarlos, tocarlos, experimentar la infancia y la niñez de nuevo. Y nada, la rueda de la vida sigue y te aplasta sin remisión.
Entiendo que haya mujeres emprendedoras que  quieren cambiar su forma de vida, cuando llegan los niños, que las prioridades cambian y que necesitan estar más tiempo con sus pequeños. Entiendo también que haya mujeres que quieren seguir con sus trabajos, por eso creo que el sistema debería ser mucho más flexible. Para todas. Para las que quieren volver al trabajo y para las que no quieren volver al trabajo. Y recibir ayudas del Estado, que para eso pagamos impuestos, y que se nos tenga en cuenta, porque somo muchas las mujeres que necesitamos vivir la vida de otra manera. Así que estoy totalmente desmotivada sí.
Y eso que los niños son hipercansados, que a veces necesitas un momento de desintoxicación de niños, y evadirte y hacer más cosas. Pero es algo que debemos decidir nosotras, no que el sistema nos diga ya “vuelve a trabajar!.”. A ver como seguimos estas próximas semanas.

Días en el parque que molan.

martes, 18 de septiembre de 2018

El verano se acaba, y la excedencia

Tres meses de verano, de estar con los dos, que en Octubre empiezo a trabajar. Pensaba yo en muchas cosas, en el regalo que ha sido para M que esté con él un año sin trabajar, en el regalo que ha sido para Julieta estos 9 meses conmigo, en la pena que me va a dar dejarlos, porque al fin y al cabo esto también ha sido un regalo para mi. No he tenido tiempo de mucho, he estado muy cansada, he discutido con el maridín, me he enfadado con M incontables veces, por el agotamiento y que eso conlleva que tengo poca paciencia; he intentado aprender y manejar las situaciones  diferentes,(a veces con muy poco éxito), nos hemos reído, hemos llorado.... y me ha parecido genial poder hacerlo. Porque he tenido tiempo de estar con M y con J sin prisas, poder echarme en la cama con J por la mañana y ver como duerme (como hoy), contar cuentos, dar paseos, ir al parque, ir por las tardes a la piscina, bañarnos y jugar al escondite- también gracias a los abuelos que estaban con J si yo jugaba con M. Y es que yo recuerdo con especial cariño que mi madre jugara conmigo cuando éramos pequeños, así que devuelvo ese amor a la siguiente generación. 

Lo malo es que esto se acaba y yo vuelvo al trabajo. M vuelve al cole, y J irá a la guarde en algún momento aunque ahora estará en casa. La vida que sigue, que esto no se para ni por equivocación. M ahora llora mucho porque no quiere ir al cole. Me da penita. Hoy en el coche se ha quitado los zapatos y los calcetines. La semana pasada tampoco comió en el cole, me decían que se ponía a llorar. Además que los dos han caído malos y están con catarro, mocos y otitis, así que las tardes son un caos, el finde ha sido complicado, y está claro que el verano se acaba y empieza otra nueva etapa. A ver como se nos dan las cosas de aqui en adelante. 
La vida es un camino

viernes, 22 de junio de 2018

Todavía, el duelo

 Podría hablar de la operación pañal, de la operación chupete, de la operación comida... pero hoy siento añoranza de cuando estaba embarazada. O mejor dicho, de cuando estaba embarazada de Martina. De esa alegría, paz, serenidad. De pensar que era lo más maravilloso del mundo. Con Marcos y con Julieta los embarazos fueron con miedo, y sin disfrutar, pensando que pudiera salir algo mal. Y siento nostalgia de esa época inocente. Y tristeza de no tener a Martina, mucha tristeza. 
Me he dado cuenta lo feliz que me hacen mis hijos. Y eso que es agotador, pero no puede molar más. Es curioso como cambian las cosas, pero supongo que hay un tiempo para cada cosa. Y a veces grito y me enfado y no tengo paciencia, pero tengo que aprender también a ir con mis tiempos. Y a conocerme mejor. Y a saber crecer con mis hijos. A tener paciencia con nosotras mismas, con la exigencia que tenemos, y a seguir el camino, que nunca se para. Y a tener tiempo para lo que nos guste, que también da energía. 

Total, que hoy tengo añoranza de mi tiempo con Martina.

 
las flores de los paseos con Martina

miércoles, 30 de mayo de 2018

Memoria....que es eso?

No me acuerdo de nada. No me acuerdo cuando empiezan a salir los dientes o como empecé con la alimentación complementaria con M. Así que ahora me lo inventaré con J. No me acuerdo de cuando M empezó a hacer pedorretas o cuando se sentó por primera vez. No me acuerdo de nada pero eso sí, tengo mucho sueño. Hasta el sueño que tenía cuando M era pequeño se me ha olvidado. Y me voy a la cama pensando en costuras y en hacer mochilas, y pasan los días y sigo sin tener tiempo. Y sigo teniendo sueño. M está muy gracioso pero a veces seguir a un niño es muy cansado, y hay que decir que a M le gusta correr y hacer carreras ( y yo con mi cansancio...). Y M sueña con excavadoras. E ir a verlas. Y te dice cuando vamos en el coche “ mira por arriba, rápido rápido rápido”. Y yo por el pueblo dando vueltas buscando excavadoras. Antes fueron las aspiradoras , “payas” las llamaba. Y antes quitar las pilas a todos los mandos. Y antes, guardar todas las cremas en una nevera portátil. Y antes quitar las ruedas a sus coches. Y así estamos en casa, con coches sin ruedas, con tres excavadoras de juguete, sin pilas y sin cremas. Cada día inventa algo. Y yo sigo con sueño. J es muy buena, pero como buen bebé que se precie, le gusta su teta por las noches. Que tiene que mantener sus piernotas para el verano. Las cosas curiosas de la vida, los adultos encantados de que J tenga roscas en las piernas, pero eso sí, las piernas gordas para nosotras no las queremos. 
Resumiendo, que no me acuerdo de nada, que tengo sueño, los bebés molan, los niños de dos años para tres son la pera y que me gusta coser.
Somos superwoman. Aquí me falta uno de mis polluelos, que habrá que meterle ...

domingo, 25 de marzo de 2018

Noches

Una ya no sabe la diferencia entre el día y la noche. Dormir a M, que ahora le ha dado por “mamá, en brazos, dormir en brazos”, dar la teta a J, quitar mocos a J, cambiar pañal.... 
Esta noche, me quedé dormida con M, a las 12 vino el padre a dormir, con J metida en la cuna, porque se quedó con ella para que yo descansara algo. En esto que M se despierta y pide agua, y ya, de nuevo pide que le duerma en brazos. Le cuesta dormirse, y entro en un círculo de cogerle, acunarle, dejarle en la cama, que vuelva a pedir brazos... hasta las 2:30 que más o menos se vuelve a dormir. Mientras tanto, doy con el pie al padre que está roncando. No es que no se lo merezca, es que con tanto ruido M va a pensar que esto es un cachondeo y no va a dormir. Y J durmiendo en la cuna, más o menos, porque tiene mocos y de repente la escucho que no puede respirar. Así que en vela estoy, aunque alguna cabezada he debido de dar porque ya son las tres y media y me tengo que levantar, ya sí, porque J se ha despertado, o por los mocos o por hambre. Así que la echo suero salino, cambio el pañal, rezo porque M no se despierte de nuevo, y le doy teta a J, y de nuevo a la cama. Pero no, M se despierta, y vuelta a empezar el circulo. Asi hasta la hora de levantarse. Que todos los días y las noches son iguales para mi, y se convierte todo en algo borroso, de cuando lo he hecho o si ha existido. después de esto, solo puede mejorar la cosa. 



domingo, 18 de febrero de 2018

Diario de un domingo con dos

Es un hecho, es posible que el género humano se hubiera extinguido si hubiera muchas familias como ésta.
Es Domingo, me levanto a las 8:30 con M,  el padre lleva desde las 6:30 con  J. en el salón para que yo pueda dormir, porque J. regurgita mucho y si después de comer se tumba, llega el caos. Preparamos el desayuno a M, y paso a dar la teta a  J. Tras esto, intentamos desayunar los mayores. En esto que se me ocurre hacer torrijas y como estoy con la pequeña, la leche  que había puesto en el fuego se sale.  Termino hacer las torrijas y desayuno. El papá está con la niña  asi que me intento duchar,  pero es imposible por que M esta haciendo el loco= ha cogido el secador, ha abierto un bote con colorante alimentario... así que mejor le controlo. J ya está dormida y ya me puedo duchar.. El papá que intenta desayunar también, no puede hasta que no termino yo de ducharme, porque si no M molesta a J. y la despierta- tras esto,  el papá se ducha y consigue desayunar. Hacemos la lista de la compra para poder seguir subsistiendo el resto de la semana y papá se va a comprar con M. ya son las 12:00 de la mañana!

Entremedias, me he arreglado para hacer arroz blanco y sacar unos filetes de ternera que tenía congelados para que esta familia pueda comer y me he ido a dar una vuelta con J. en el carro. Hace sol pero es febrero, y todavía bueno bueno, no hace. J. se ha puesto a llorar a mitad de camino, con lo que me he parado, he sacado la teta para que comiera y como el resto del camino era cuesta abajo, he pensado que mejor dar la vuelta al carro para que la bebé no regurgitara. Así que a bajar la cuesta al revés. Y ahí estaba yo, cuando he recibido un mensaje diciendo que una antigua compañera de trabajo estaba super delgada y tenía tipazo después de las tres hijos, con lo que me he deprimido un poco y he seguido andando apretando tripa a ver si mi figura mejoraba. Todo esto mientras mis zapatillas se comían mis calcetines y se arrugaban en la punta del dedo gordo, lo que no provoca mucho placer, he de decir.

La cosa no ha mejorado, porque cuando he llegado a casa he olido a churruscado, y me he dado cuenta que no había apagado el fuego del arroz. Así que estaba todo quemado. He salvado la capa de arriba para M, que con buen criterio se ha comido 5 cucharadas del engendro que ha quedado. Qué se le va a hacer.  Menos mal que tenía también los filetes descongelados y he conseguido hacerle uno a M.  Luego, me he puesto manos a la obra  y rascar,  para intentar salvar la olla, y no tener que tirarla a la basura, junto con el resto del arroz.

Vamos a pasar tranquilamente por la tarde, hasta llegar a la noche, donde he tenido que meterme en la cama con M y con J. (sí, M sigue colechando con nosotros), para ver si M se dormía mientras J. comía un poco. A todo esto, el padre estaba roncando tranquilamente en la cama, porque un niño de dos años y medio que se dedica a subirse, bajarse, dar la vuelta, hablar, seguir hablando.... hasta que se duerme, está claro que no afecta a los ritmos circadianos del padre.

Total, que voy a ver si J. no regurgita mucho (ha manchado ya la camisa del padre, su propio pijama, y no he mirado si la cuna) y volvemos de nuevo a empezar otro apasionante día.


PD - entremedias de todo el caos, también hay muchas risas, no os vayáis a creer, porque si no, verdaderamente el género humano se hubiera extinguido. 

miércoles, 31 de enero de 2018

Historias de cama II parte

Empezamos con el colecho con M porque no nos quedó otra. Intentad si no, sobrevivir sin dormir, con un niño que llora sin descanso y que no duerme. Fue echarle en la cama con nosotros y empezar a dormir. Que se despertaba 20 veces, vale, pero se volvía a dormir a los 5 segundos. Y ahora duerme sin despertarse la mayoría de los días, y seguimos haciendo colecho. 

Intentamos sin mucho éxito que M durmiera en su cama, y claudicamos, porque M en su cama se despertaba y se ponía a llorar sin parar.  Es verdad que el cansancio hace que tomes la decisión de abandonar la misión, porque eso de levantarse, calmarle, volver a dormirle, volver a coger el sueño de nuevo.... 
Demasiado cansado sí. Y más si el pequeño  M solo quiere a su madre y como huela al padre tenemos un conflicto intergalactico de los gritos que puede pegar. 

Así que seguimos con el colecho, y la pequeña J, de 22 días, está ahora a mitad entre el colecho y la cuna. Que si quiere mamar, y es de noche, y estoy cansada, al final se queda en la cama 

 
Cuna de colecho de M, que ha debido de usar 5 minutos en su vida. 

- Aquí es cuando me planteo comprar una cama de dos metros de ancho !-. 

El problema es la hora de dormir , porque M quiere dormir con mamá; papá está muy bien para otras cosas pero la hora de la cama es con mamá. Así que como todavía no he sabido clonarme, como J esté mamando, los tres a la cama y a esperar que M se duerma. Porque claro, dejar a J en la minicuna es invitar a M que quiera meterse en ella, y ya tenemos la fiesta montada, que sumado a mi cansancio, es tener una bomba de relojería a las 9 de la noche. Que sería todo más fácil si M se durmiera con su padre, pero ese es otro escollo que no se si en algún momento superaremos. 

viernes, 26 de enero de 2018

Comida segunda parte

La historia de M y la comida tiene muchos altibajos, más bajos que altos hay que decir, y superfrustrante para los padres. O no hemos sabido manejar bien las expectativas:

  • Empezamos con el BLW y aunque no era éxito total, M probaba comida. 
    • Expectativas- que M fuera genial y comiera de todo, fruta incluida. 
    • Realidad- la comida terminaba en el suelo y el padre entraba en crisis .
  • Había épocas donde comía mejor y otras donde peor, pero iba avanzando. 
    • Expectativa- que le pusieras el plato delante y se lo comiera. 
    • Realidad- M diciendo "nooooooo" y escupiendo comida la mayor parte de las veces.

De todas formas mejoró, y de no tomar más que determinados alimentos pasó a probar  arroz, la pasta, garbanzos, lentejas.... y debe ser que veníamos de una época buena, donde M comía él solo el primero, el segundo y postre, y hemos pasado a una época donde no quiere comer. Así que los padres andamos frustrados, intentando aplicar disciplina positiva, sin castigar y sin obligar. Y es difícil porque hay veces que la situación nos supera y yo le intento obligar a comer, y el remedio es peor que la enfermedad. 

Y no sabes si lo estás haciendo bien o mal, porque el niño no come, pero que solución hay? Así que a veces me siento impotente, mala madre, sumado a una niña de 15 días que hace que haya cansancio acumulado, poca paciencia.... y seguimos a ver si el siguiente día es mejor. Que hoy ha sido un buen día que M se ha comido tres croquetas.
La única comida por la que M siente interés

viernes, 19 de enero de 2018

La familia crece

Han pasado muchas cosas en este nuevo año, y muchos cambios.
Ha llegado una nueva hermanita para M. El embarazo no lo ha llevado mal, daba besitos a la tripa , al bebé, y le contábamos el cuento del bebé, todas las noches nos lo pedía. 
Pero M quiere a su mamá,  y a su teta, y aunque la llegada a casa ha sido siguiendo los consejos de:
- que lo primero que vea no sea a mamá con el bebé, 
- que el bebé le traiga un regalo para que lo vea como algo positivo
- que las  visitas no se centren en su nueva hermanita solo...

no y ha servido de nada. 

La llegada no fue mal, M se alegró de vernos después de estar casi 4 dias con tios y abuelos, pero a partir de ese momento sucedió la hecatombe. Dar de mamar a J. y la cabeza de M  empezó a girar sobre si misma y a llorar desconsoladamente. No quería ver a J. al pecho y ha montado un espectáculo digno de entrar en el libro Guinness de los records como el mayor cabreo de la historia. 


Ya han pasado 10 días y parece que M lo lleva mejor. Eso sí, desde que llegamos a casa, M ha estado con fiebre, así que:
- Tengo que aprender a clonarme - para tener a J. en un pecho y a M en el otro, uno en una habitación y otro en el salón.
- El padre tiene que empezar a dar de mamar???? Sería una opción. Esta noche M ha dormido engañado que la teta del padre era la mía. Lo que hace el sueño.
- Debería tener un par de brazos más.

Todo esto me hace pensar ¿como hace la gente para ser tan eficiente? Al menos hoy M se ha levantado sin fiebre y ha ido a la guardería. Eso sí, sin desayunar que no ha querido.

PD - M sigue durmiendo con nosotros, la Operación Cama fue un fracaso.

Hay un nuevo Bebé en casa!