lunes, 26 de noviembre de 2018

10 meses y comida


10 Meses, y sigue pasando el tiempo volando. Pero  mucho. Dentro de nada la pequeña J ya tendrá 11 meses, y no se si habremos evolucionado mucho del punto en el que estamos: seguimos con teta, haciendo colecho, durmiendose en la teta y felices con este panorama, por ahora. No se qué pasara en un futuro, claro.
J también sigue más o menos igual: no gatea, no tiene dientes, y todavía pelo, pelo, poco. Trenzas como sigamos así le podré hacer en la primera comunión. Como se queda sentada, y quiere alcanzar cosas que están un poquito lejos, alguna que otra caida de cabeza ha tenido. Una cosa es estirarse, y otra cosa que no es todavía la mujer elástica. Aunque si sigue así, quizás consiga convertirse en elastigirl. 
 Y con la comida, yo estaba muy emocionada porque J comía genial. Le ponías la comida delante, y con los trozos pequeñitos, como hace la pinza perfectamente, a la boca que iba. Y si nos poníamos a darle con tenedor o cuchara, también. Una gozada. Estábamos que hacíamos la voltereta hacia atrás, que comparado con su hermano y lo complicado que es que coma, pues estábamos más felices que una perdiz. Pero últimamente la cosa ha cambiado. Ahora le das arroz con tomate y lo escupe ( a su hermano M, tampoco le gusta el tomate, eso sí, el arroz, como a los niños chinos), le pones fruta y la tira al suelo…. Y su padre me dice el gracioso, que si se alimentara por las manos, iba a ser un éxito total, que solo estruja la comida y la tira. Y que “Lucia mi pediatra tiene dudas sobre el BLW. Que no me he leído su artículo, y tampoco tengo mucho tiempo de leerlo, que el BLW nos estaba yendo genial y la niña comía muy bien hasta que han llegado los 10meses. Que también puede ser que piense que la carne le gusta más que la fruta, que la verdura o que el arroz con tomate. Vete tú a saber, que todavía no me lo ha explicado. No me lo ha explicado hablando claro, que tirando la comida al suelo me lo ha dejado muy claro.
Lo bueno de todo esto, que he llegado un poco más a un estado de no preocuparme  (aunque me preocupo), porque digo, toma teta, se estará alimentando, y la leche se supone que es un alimento completo, falto de hierro, pero para eso ya sí que la carne se la come como si no hubiera un mañana.
Total, que su padre y yo seguimos con lo mismo “que envidia nos dan los niños que se comen un plátano solos”, que mis hijos estrujar comida, estrujan, pero metérsela en la boca….. eso ya es otra historia.
Asi que la historia de la comida en la familia, sigue. 


lunes, 5 de noviembre de 2018

Celos


Celos, eso tan intangible que de repente llega y dices “ ay la madre y ahora que hago”. Que a veces pienso que debería tener un oráculo encima de mí, para que me explicara qué hacer en cada situación nueva. Hemos estado 4 días de puente, y alguno de ellos ha sido muy intenso. El viernes estuve sola con los dos, y mientras intentaba dormir a J en el porteo, M gritaba que quería estar él en el porteo. Tras infructuosamente explicar que eso no se podía (y como va a ser posible que M con tres años entienda mi explicación, si yo entiendo que para él no tenga sentido que yo no pueda cogerle), al final terminé por poner la tele, dormir un poco a J en la teta sentada, mientras con el otro brazo cogía a M.

Y si J está dormida en un lado de la cama, M quiere también ese lado. Que sí, que duermen los dos en la cama de los padres, que no voy a montar la tercera guerra mundial con bomba nuclear incluida en estos momentos de la vida, para sacar a M de la cama, cuando J está. Ya dentro de unos meses me planteo sacar a los dos. O seguir así. Quien sabe. Hay tantas cosas que no sé….

El sábado que salí a comprar, M decidió que quería ir en el carro, así que tuve que ponerme a J en porteo (que ahí no le molestó) y él ir en carro. Pero así estamos. Y lo paso mal por M, porque no sabe gestionar todavía que exista otra personita que acapara algo de atención de su madre. Como no hay nada como leer, si leo sobre los celos, descubro que se pasan, y que no, que también duran toda la vida. Que siempre hay algo que existirá ahí, y que los padres lo mejor que podemos hacer es servir de referente y guiar a nuestros hijos. Por eso necesito el oráculo, porque a veces es muy complicado saber como comportarse. Y estar a la altura, que somos al fin y al cabo referentes.
Y que he contado solo dos situaciones de celos, pero que M cuando se pone intenso, no quiere que de teta a J, no quiere que juegue con ella, no quiere que la coja, no quiere nada. Y se pone a gritar, se pone a llorar, a llamar la atención.... que ser un niño de tres años, está claro que es complicado. Y nos quejamos nosotros del trabajo :)

Niños, abuela y madre de compras.