martes, 27 de diciembre de 2016

Final de año

Ya estamos a finales de año, y han pasado muchas cosas. Miro hacia atras y veo todo el camino que he recorrido. Todo lo que me parecía un mundo y cómo hemos ido pasito a pasito solucionando los problemas. Mucho aprendizaje por el camino, mucho cambiar las expectativas y ajustarse a lo nuevo. A aprender que a veces las cosas no son como se esperan en la maternidad, para bien y para mal.

M ya está dejando la etapa de bebe, y cambiando hacia un niño precioso. Ya se mueve, anda, quiere cosas, se enfada…. Y a veces es muy gracioso. Porque cuando  no quiere hacer una cosa se tira al suelo. No llora, no protesta, pero se tira al suelo, como diciendo, de aquí no me muevo. O no quiere ir en la silla del coche y se echa para adelante para que no le puedas poner los arneses. Es muy bonito ver como empieza a tener ideas para conseguir lo que quiere. Mi hermano me decía que si eso que hacía no era chantaje,y yo le dije que no. Creo que está demasiado extendido que los niños nos chantajean y no es real. Han tenido durante muchos días de su vida, lo que  necesitaban, al menos M, ha tenido calor, comida, resguardo. Le hemos cuidado y dado cariño. Que de repente no consiga algo que quiere y se ponga a llorar, no lo veo como chantaje. M lloraba si tenía hambre y se le daba comida, o si tenía sueño y quería dormir. Es su forma de comunicación. Y así estamos aprendiendo, M a ver que a veces no se consigue todo, y nosotros los padres, a explicarles y darles cariño.  

Y a M le encanta jugar, y ahora que se mueve le gusta jugar al escondite,pero se esconde detrás de sus manos, y se queda quieto, para que no le veas. En serio, hay momentos que son maravillosos. No se pueden contar todos. 

Echando la vista atras, veo que cuando empezamos el año, yo de baja todavía, y luego de excedencia, la vida era tranquila y pausada. Y de verdad que recuerdo esos días con añoranza, porque me encantaban los paseos que nos dabamos, aunque M no sabía andar e iba en la silla. Las clases de música, tener tiempo para poder echarse una siesta con él. Ver cómo le salían los dientes, ver cómo le gustaba el agua y lo que se divertía en la piscina en verano. Y todos los avances, desde dar palmas, a decir adiós, o a pedir teta.

Ha habido stress, sobre todo cuando M se ha puesto malo, o estaba aprendiendo a andar y se ha caído, y seguimos aprendiendo a gestionar todas las emociones que genera ver a tu bebe malo, o llorando, o necesitado,y poder hacer poco.

Asi que hemos aprendido a aceptar las cosas cuando vienen, las buenas, y a tener paciencia con las malas, aunque todavía nos queda mucho camino, y  a veces con la crianza, es complicado. Porque todo el mundo opina, absolutamente sobre todo. Por lo que hicieron ellos, por lo que creen que se debiera hacer,o por cualquier razón. A veces es complicado y te crees que estás luchando contra los elementos, y es complicado hacer ver a la gente que te respete. 
Sí, este año ha sido maravilloso, lo único que echo de menos es no estar en casa para poder estar más tiempo con M. Aunque no tenga mucho tiempo para mí, y me gustara poder sentarme tranquilamente a desayunar, a comer o a cenar. Pero es que me falta tiempo para poder disfrutar de la explosión de vitalidad que es un niño de año y pico (y sí, ya dije que es cansado, pero molaaaaa). 

Ya me gustaría estar a mí así, con una cola larga para tener a mi pequeño M controlado mientras descanso....

Dibujo de Ali del Rey www.alidelrey.com

miércoles, 30 de noviembre de 2016

Comida, o intento....

Llevaba unos días de subidón. M comía geniaaaaal. Cogía como un poseso croquetas, pollo, brócoli, tortilla… lo que le pusieras y comía que era un gusto. Y nosotros tan felices. No se cómo puede afectar tanto que no coma. Si ya lo sé. Si hay días que se come cualquier cosa y luego hay otros que el suelo es un campo de minas con la comida. Porque le encanta comprobar que la ley de la gravedad sigue ahí,  que cualquier cosa que tira, pase lo que pase, cae al suelo.  O desmigar lo que se pueda y extenderlo por toda la mesa. Y ya perdido el interés en tirar comida, quiere bajarse de la trona (o ponerse de pie en ella, que este niño es un peligro)

No entiendo el apetito de los niños. Por mucho que lea que es errático, que hay veces que comen menos, que las calorías que necesita un niño difiere de las que necesita otro… debe ser que tengo un gen alemán cuadriculado y necesito ver una progresión lineal.

Bueno, para que a M le quede claro lo que es su vida en estos momentos, esto es como se puede resumir sus gustos actuales :


Éxito asegurado
Depende del día
Fracaso Absoluto
Patatas fritas
Carne
Pasta (como es posible que no le gusteee!!)
Brocoli
Coliflor
Arroz
Tortilla
Berenjena
Sopa
Croquetas
Calabacín
Judias verdes
Pescado
Empanadillas
Garbanzos
Pollo
Jamón York
Legumbres

domingo, 20 de noviembre de 2016

Esto es cansado, pero también divertido

Llevo una semana de cansancio y sueño. Vamos, una semana larga desde que M nació. Se puede resumir así. Porque el día es levantarse a las 6 y algo para llegar al trabajo, y luego cuando vuelves es ir al parque , o a la piscina, hacer compra, pensar en la cena o en la comida del fin de semana, jugar con M, intentar dormir a M... y al final entre tanto plan se me olvida que me lo estoy pasando bien.

Por ejemplo, con el sueño; M no se duerme solo, no le puedes ponerle en la cuna y apagar la luz y tu sentarte en el sillón a descansar. No, M, como la mayoría de niños que conozco, no se duerme solo, o si quieres que se duerma solo, le tendrías que dejar llorar hasta la extenuación. No lo he intentado, y creo que por ahora no lo probaré, que mi instinto me dice que vaya por otro camino. Y lo mejor de todo es que M me vino equipado con todos los extras, por ejemplo, el sensor de movimiento, que se podría patentar como sensor sísmico. Puede parecer que está totalmente dormido, pero me acerco y le rozo una mejilla, y se despierta. O estoy con él en la cama, muevo mi brazo dormido y se despierta. Y mi yo interno grita "NOOOOOOOOOO!!, en qué momento has tenido esa feliz idea!!!" . O las pilas alcalinas interminables. M no se sienta,él va andando,  hace cuclillas, coge lo que quiere, se levanta, se va hacia otro sitio, vuelve a agacharse y a jugar un poquito, pero sentarse...Nooooo, eso nuncaaaaa, me lo imagino pensando, "no me voy a sentar que si viene una amenaza en forma de peluche gigante no voy a ser lo suficientemente rápido para levantarme y escapar". 

Así que si, a veces con el cansancio, se me olvida que me lo paso genial. Que estoy con M en el parque o en la piscina y es muy divertido. Es en esos momentos cuando me gustaría tener poderes para tener la cena preparada, o saber hacer comidas alucinantes para que M comiera bien. O poder disfrutar un poco más de todos esos momentos, y que la tarde no se pase tan rápido. Porque a veces parece que faltan horas. El día se hace corto, corto para hacer todo lo que me gustaría, y para cansarme un poco más.
Feliz Domingo y  buena semana!
Dibujo de Ali del Rey www.alidelrey.com

lunes, 24 de octubre de 2016

Días de lluvia

Me gustan los días de lluvia, me gusta el sonido, me gusta ver la hojas mojadas, me gusta el olor a tierra. De pequeña me gustaban los charcos, poner hojas en ellos y que flotaran, hacer olas.
Me gusta mirar al cielo y ver caer la lluvia, y cuando era pequeña, con un palo cogía las lombrices que salían de la arena. Y hacía diques con la arena para hacer más charcos.
No me deprime la lluvia, me parece alegre. Y me gusta la sensación de limpieza que deja.
Incluso cuando hay tormenta, y el cielo está negro, también me gusta, porque también recuerdo que nos poníamos a contar, mirando por la ventana, desde que  veíamos el rayo hasta que sonaba el trueno.
Ahora porque M todavía es pequeño, y todavía no está muy seguro sobre sus pies, que va andando como si matara hormigas (pobres, siempre pensaba que qué pasaba cuando llovía, si sus casas se inundarían), pero le compraré unas botas de agua, para que pueda saltar sobre los charcos y salpicar lo que quiera. Y que pasee sobre la tierra mojada, y vea las hojas brillar con el agua, y se moje la cara, y que disfrute con la naturaleza.


A ver qué sale de todo esto cuando sea un poco mayor, y me venga semidesnudo de la calle, sin abrigo y empapado, entonces a lo mejor entro en crisis porque creo que va a coger una pulmonía! Por ahora pensaré en lo bonito de los días de lluvia. 

miércoles, 19 de octubre de 2016

Hobbies

Y así casi en un plis se pasa Octubre. Me decía mi hermana Ali que parezco una madre agobiada. Y no voy a mentir, soy una madre agobiada. Principalmente por el tiempo, porque parece que no tengo, o quiero llegar a todo y tengo que aceptar que no se puede, y luego porque como dice el padre de M, ahora no hay mucha comunicación con M. Le puedes decir cualquier cosa, que como quien oye llover. Aunque él tiene muy claro lo que quiere, lo señala con el dedo y se enfada si no se lo das. Habitualment su pequeño radar quiere lo peligroso que hay encima de la mesa, lo que no se le puede dar, o lo que puede transformar en un arma arrojadiza. Claro, y como se lo quites, tienes un pitch agudo que parece que te va a reventar los tímpanos.

Intento relajarme un poco en lo que me gusta, que es en coser, y en coserle cosas a M. Así que mi vena consumista se está centrando en telas con las que puedo hacer cosas a Marcos. Por ahora he sacado poco tiempo, pero el objetivo es usar las telas que he comprado, asi que a ver como me las arreglo, para coser y para hacer ejercicio también.

Hice un pequeño maratón para su cumpleaños y le hice un tipi y su corona para que soplara las velas, todo con estrellitas, por supuesto.





Para sus juguetes le he hecho una bolsa XL (es que tiene demasiados juguetes!)


Ya me animé y cogí carrerilla y le he cosido unos pantalones. El siguiente reto es coserle cualquier cosa que se me pase por la cabeza.



y en algún momento, para cuando se traslade a su habitación, se la decoré un poco,  también con estrellas, luna y nubes. El día en que se quiera trasladar creo que está lejano, pero ahí queda la decoración.



Y ya casi estamos a fin de semana, con lo que puedo volver a intentar coger la máquina de coser y seguir creando :)

lunes, 26 de septiembre de 2016

De lunes

Que duros son los lunes. Volver a levantarse pronto, coger el coche, estar en el atasco – menos mal que sonando Wilco en la radio-  y que suene el teléfono, tu marido, contándote que había pus en el pañal y que M tiene la lilinga como una morcilla. No sé si “lilinga” es un término aceptado o es una palabra de tantas que al padre de M le gusta inventarse, pero es algo que siempre me ha gustado, llamar a las cosas con los nombres que se inventa. Total, que tras la visita al médico, no es pus, es algo sebáceo que se puede formar en el pene (¿a que lilinga es más bonita como palabra?), que todos los niños tienen fimosis hasta los 6 años, y que no hay que echar el prepucio para atrás. Y hay que echarle una cremita. Lo mejor de todo es que el padre va a la farmacia,  y viene cargado con tres productos: la vitamina D, una crema con corticoide para la dermatitis atópica, y la crema que hay que echarle; el padre cree que la vitamina D es para curarle la brecha de la frente, la crema con corticoides para el pene, y ya no sabía explicarme para qué era el último producto.... menos mal que sabe hacer la declaración de la renta, porque de farmaceútico no tiene precio.

Y te das cuenta que cuando eres madre/padre de un bebé,  tus conversaciones de padres incluyen siempre información sobre las caquitas, color, textura, frecuencia, o  información sobre mocos o sobre el estado de salud.... y que la mejor noticia del día es que ha hecho caca, no tiene mocos, y se comporta como un niño feliz (que no es el caso de hoy, pero mañana será otro día).

Así que ahí estamos, saliendo del hoyo del lunes!

 
Dibujo de Ali del Rey www.alidelrey.com


martes, 20 de septiembre de 2016

Accidentes y más

Vaya septiembre que llevamos. Había empezado muy bien, porque como todavía hacía calor a principios de Septiembre,  íbamos a la pisci, y M se lo pasaba en grande. Ya ha empezado a andar, agarrado, y en el césped gateaba, se levantaba apoyado sobre un árbol, te pedía la mano, daba grititos de placer cuando se acercaba al agua…. Pero como va como un locatis, se soltó de la mano de la abuela y se hizo una brecha. Una buena brecha. En medio de la frente. Necesitaba puntos y en lugar de coser, le echaron un pegamento quirúrgico, que por lo visto se está usando ahora bastante para esta clase de heridas. Lo malo es que no juntaron los bordes bien y ahora que ya está cicatrizando, se ve que los bordes están separados. Motivo de enfado con el mundo, porque ya se lo podían haber hecho bien.
Pues no ha pasado ni una semana y M está con un catarro considerable. Y faringitis. Así que las noches se han vuelto de nuevo de lo más interesante. No puede dormir y se despierta cada 20 minutos como mucho; eso si consigue dormir.

Ainss que tristeza verle marcado como Harry Potter, en toda la frente, y ahora malito.  Todo esto lleva que no coma mucho, con lo que es un  nuevo motivo de preocupación.

Ya sé que todo el mundo te dice que los niños se ponen malos, que se caen, pero claro, no es lo mismo que te lo cuente el vecino que sufrirlo tú en tu bebe.

Y queda mucho invierno por delante, que todavía no hemos entrado ni en el otoño. Definitivamente me gustaba más el verano y la piscina, aunque ahora si M empieza a andar nos esperan las tardes en el parque. Veremos si el tobogán le gusta tanto como el agua…..

Voy a poner una foto de la piscina, para recordar los días de verano.


lunes, 29 de agosto de 2016

Libros


Me gustan los libros, así que yo en mi felicidad extrema, me pongo a comprar libros para leérselos a M. Yo me imaginaba la siguiente escena: yo sentada, con M acurrucado en mi regazo, mientras yo le leo un libro, y M se duerme tranquilamente, y nos quedamos los dos juntitos, apretaditos y dándonos calor. Momento de paz, tranquilidad y felicidad.

Pues no, a un bebé de un año, con una apetencia extrema por todo lo que sea de papel o cartón, no se le puede leer un libro. Porque lo que quiere hacer con el libro es comérselo, o arrancar páginas. Y para qué hablar de estar sentados acurrucados… si le cojo, se pone de pie en mis rodillas, quiere trepar por encima de mi cabeza usando mi tripa como trampolín, se da la vuelta y quiere bajarse de cabeza, o saltar, o alcanzar la lámpara. Vamos, que ni por asomo existe un momento de tranquilidad y paz. De felicidad sí, y de cansancio también. Si una parte de querer leer un cuento es poder sentar el culo de vez en cuando, para qué engañarnos. 
Aun así, no desespero y lo seguiré intentando, llegará un momento en que se aúnen los momentos y  M quiera que le cuenten cuentos, y acurrucarse conmigo y que le haga cosquillas en los pies. 
Por ahora, el único libro que le interesa es este con animales y diferentes texturas, porque le encanta  tocarlas con el dedo. Le gusta tanto que lo saca, lo abre, y pasa hojas  (en lenguaje de adultos, lo tira al suelo, lo aporrea un poco, lo abre, intenta arrancar hojas) 
 

martes, 23 de agosto de 2016

Días de verano

Empezamos el segundo año de M igual que el primero, con control de peso! Como es posible?

Menos mal que los días de verano molan. Porque aunque esté trabajando, con la reducción de jornada me da tiempo a llegar a casa, cargar con M, e irnos un poco a la piscina a que chapotee. Y como le encanta, pues disfruto viéndole. Porque es acercarse al agua y empezar a dar gritos de alegría. Y le tengo que sujetar para que no se lance de cabeza al agua, no tiene ninguna sensación de peligro este niño. Voy a puntualizar que toda la sensación de peligro la acumula el padre, que  si fuera por él, no le dejaría ni que gateara no vaya a ser que salga un gusano gigante entre la hierba y le engulla.

Y M tiene una atracción especial con el churro de la piscina, pero el pobre no puede levantarlo. Yo creo que le encantaría dar golpes con él, debe pensar “ si un palo pequeño hace ruido, este palo grande debe ser increíble! “.
 Le compramos un juego de Ikea para dar golpes, pero M siempre nos deja mal y prefiere usar cualquier otra cosa. Las pajitas de los refrescos también le encantan, por cierto. 



Y en la piscina, con su pelota, su churro, viendo las hojas que se caen al suelo, tocando el césped, los árboles, mirando al cielo cuando pasa un avión, siguiendo una mariposa que vuela cerca, M está feliz. Y desnudo, claro, porque es intentar vestirle y empieza a dar unos gritos que parece que le estás metiendo en un saco con pinchos.


Lo dicho, los días de verano molan….

viernes, 12 de agosto de 2016

Un Año

M ha cumplido un año ya. Ha sido un año increíble, aprendiendo con M. Descubriendo este verano cómo le gusta el agua, meterse en la piscina, y salpicar con las manos abiertas; cómo le gusta la playa, las olas, meter los dedos en la arena y no poder coger nada. Ir a los restaurantes y verle mirar a las camareras con ojitos. Dar patadas a la pelota, o a cualquier cosa con forma redondeada. Gatear, sentarse, levantarse cuando encuentra un punto de apoyo, soltarse de manos y quedarse tres segundos suspendido sin agarrarse a nada, decir “mama”, no sé si con sentido o sin él, pero es precioso. 
 
 Y nos hemos ido de vacaciones con M, las primeras vacaciones en las que M ha montado en avión. La ida dormido plácidamente, la vuelta ya un poco más activo, pero como era Ryanair, no había mucho espacio entre el asiento y el respaldo para que M se moviera mucho y los padres nos tuvimos que emplear a fondo para mantenerle entretenido, pero mereció la pena. Porque los paseos por Dublín, los pubs, los parques, las conversaciones con los amigos… han sido mágicas. Claro, y el primer virus internacional que ha cogido M, que la visita a Dublin iba incluida con visita a urgencias, pero nosotros no lo sabíamos cuando compramos los billetes. Fue sorpresa. Y vaya susto con más de 39 de fiebre que no bajaba. Menos mal que en urgencias nos tranquilizamos y finalmente eran anginas, se consiguió controlar la fiebre, y M pudo disfrutar de otro día en el parque.
 
Y entre Dublín y la playa, hemos celebrado el cumple de M, con los abuelos, tíos, familia, y fue precioso. Claro, que M no aguanta mucho por la noche, y es verano, con calor, y las reuniones familiares mejor cuando no aprieta tanto el sol. Pero estuvo muy bonito.
 
Y empieza el segundo año de M!  a seguir disfrutando verle crecer. Y con un poco de suerte, empieza a dormir mejor y los padres podemos descansar un poquito más.

miércoles, 20 de julio de 2016

Chupete


M usa chupete; yo no quería, pero el padre que es muy de leer en internet, dijo que había visto que era un factor que ayudaba a prevenir el síndrome de la muerte súbita del lactante, y a partir del mes y medio ahí que iba el padre con el chupete a todas partes. Y cuando podía se lo metía a M. Que yo le decía al padre, “vale, muy bien que proteja, pero no creo que le haga mucho por llevarlo colgando”. Y de no necesitarlo, no quererlo, y no usarlo, M, que ya sabe usar sus manos, como lo vea por ahí suelto, lo coge y se lo pone, porque ya sabe dónde va.
Pero es curioso, porque M va sin chupete habitualmente, pero cuando llegas a la casa de los abuelos, o le tienes que dejar porque vas a hacer un recado, los abuelos entran en pánico si el niño no lleva chupete. No sé si piensan que puede explotar  o empezar una combustión interna, o que un niño sin chupete es un arma de destrucción masiva. Si mola mucho más, porque habla, hace sus ruiditos, y estás mucho más entretenida mirando qué se puede meter en la boca…. Dónde va a parar, hay mucha más diversión!. 
Aunque tengo que decir que he claudicado, porque como  M duerme como duerme, con sus muchos despertares, he intentado de todo, incluido meterle el chupete por la noche a ver si así se mantiene el sueño. Como no es que funcione mucho, a ver si consigo quitarle el chupete del todo! Ese es  uno de mis objetivos junto con intentar dormir. 

Caos producido cuando hay un bebé sin chupete
Dibujo de Ali del Rey www.alidelrey.com 

martes, 21 de junio de 2016

Avances

M ya se sienta, gatea, ha descubierto que es bípedo y se pone de pie en cuanto ve un punto de apoyo. Y tiene ideas felices de ir a por todo lo que no debería: enchufes, cables, el teléfono… y luego le gusta aporrearlo. No sé si porque es niño, si es porque tiene el gen neandertal muy desarrollado, o porque ha salido a la familia materna, que somos muy brutos. Aunque luego es muy señorito con otros materiales: coge un trozo de melocotón, pero como ve que no es de la textura apropiada, no sabe qué hacer con él. Duda, si volverlo a coger o no.. duda, si intentar metérselo en la boca o no (no debe saber igual de bien que el teléfono), y como siempre, hace ruidos gruñendo porque no sabe qué hacer con ello. Bueno, realmente sí sabe, tirarlo. Porque tira todo, después de haber aporreado un poco todo lo que se le ha puesto por delante. Con la poca flexibilidad que se me ha quedado, lo que voy a intentar es hacer sentadillas a ver si mejoro un poco mi forma física.
Y parece mentira pero sí, M se ha caído de la cama. Subestimé su destreza para llegar de punta a punta, pero el quinajo sabe moverse y pasó lo que pasó. Que fue más rápido que yo. Un desastre absoluto. Ahora he aprendido (espero), y le dejo en el suelo. Espero que no me vuelva a pasar de nuevo!


Así sonó cuando M se cayó de la cama. 

martes, 31 de mayo de 2016

10 meses, o casi

M tiene ya casi 10 meses ,y durante estos 10 meses han pasado muchas cosas. Lloros, risas, asombro, preocupaciones, cansancio, disfrute… Es verdad que es muy cansado, y más cuando M tiene varios despertares y si no estás a su lado, se agobia y llora. Y si le dejas solo, se puede entretener un rato, pero en seguida se aburre, y también te llama para que le hagas caso, o porque no llega al juguete, o porque está cansado de estar tumbado y se quiere mover, o porque ha pensado que ya te ha dejado suficiente tiempo para que hagas tus cosas (estar tumbada en el sofá intentando descansar), así que sí, la crianza con apego es cansada. 
Pero aunque es agotador, es un disfrute (siempre y cuando M no esté enfermo, que en ese caso, hay caos y destrucción), y cada vez el disfrute es mayor. M ha pasado a moverse más. Intenta gatear, pero se mueve poco, y si lo consigue va hacia atrás, pero le quedará poco para que llegue a ser una mopa andante. A M le gustan las canciones,  y cuando empiezas a cantar, se medio sonríe porque sabe que le vas a hacer cosquillas o vas a jugar con él. M echa los bracitos para que le cojas, aunque a veces ve al abuelo, le echa los brazos, luego cambia de opinión,  no sabe decidirse y finalmente casi siempre gano yo!.
M sonríe y carcajea, y grita y salta cuando está feliz y descubre nuevas cosas que puede coger con las manos. 
Y con M se vuelve a la infancia, uno se olvida del trabajo y las preocupaciones y la vida estresada, y puedes ponerte a cantar canciones por la calle sin que la gente te mire raro, o a hacer caras y pedorretas porque M te contesta.
Así que feliz Martes y a cantar!
Un elefante, se balanceaba sobre la tela de una araña, como veía que no se caía, fue a llamar a otro elefante.....
Dibujo de Ali del Rey www.alidelrey.com 

sábado, 14 de mayo de 2016

Historias de cama

M ha aprendido a darse la vuelta, así que practica su última azaña felizmente . Y si es la hora de acostarse y estamos en la cama para darle de mamar, lo que hace es mamar, darse la vuelta, volver al punto de partida y engancharse de nuevo a la teta. Lo único que le pasa, es que a veces cambia su eje, y claro, en lugar de volver a la altura de la teta vuelve y se encuentra a la altura del ombligo, de mi nariz, o a medio metro de distancia; lo vuelve a intentar  y cada vez se aleja más. Intenta reptar pero no se mueve, y se decide por la opción "si Mahoma no puede ir a la montaña , llevo la montaña a Mahoma", pero... Coger la teta con la mano para llevársela a la boca es un imposible. Así que me apiado de M,  le vuelvo a recolocar y empezamos de nuevo.

Y ahí empieza el ajetreo nocturno, porque cuando se queda dormido, le muevo a la cuna, se vuelve a despertar, le vuelvo a mover, me hago un jaleo con las sabanas en la oscuridad, así que tiro de ellas, las saco, hago una bola y las tiro fuera de la cama. El edredón se ha movido así que  coloco todo de nuevo, al niño, al edredón, a mí misma y vuelta a empezar. A todo esto el padre de M sigue durmiendo feliz, no sé si ya con edredón o sin él, pero seguro que con sabana no porque está en el suelo. Me lo imagino atacado por Dementores, y por eso no dice ni una palabra. Pero ya tengo bastante por la noche con conseguir que M se duerma cómo para ponerme a luchar como Harry Potter, así que vuelvo a quedarme dormida. Menos mal que es fin de semana y la previsión de tiempo dice que no va a llover!

Dibujo de Ali del Rey www.alidelrey.com

domingo, 1 de mayo de 2016

Feliz día de la madre

¿Cómo es tener al bebé enfermo? ¿Y por qué sucede por la noche? cuándo estás acostumbrada a las noches habituales, de cinco a ocho despertares, te metes en la cama pensando que a ver si hay suerte ( siempre el optimismo por delante) , es fin de semana, mañana va a ser el día de la madre, va a hacer bueno, día en familia, sol, paseo, tranquilidad, comida fuera.... Y de repente a las doce de la noche empieza el caos, M llorando, fiebre, mocos, no puede respirar, más lloros.... Y el padre diciendo "tú eres farmacéutica, sabes lo que hay que hacer", a lo que siempre pienso "tú eres economista, dime estadísticamente qué dicen los estudios que es lo mejor"; menos mal que de profesión no soy Oráculo, porque entonces sí que iba a ser muy irritante " oh, oráculo , tengo al bebé malo, dime que he de hacer, te traeré una cabra viva para pagarte..."
Así que ha tocado tenerle en brazos para que pudiera respirar, y pudiera descansar un poco mejor.
Y el día de la madre ha amanecido con pajaritos cantando, sol a raudales y yo con unas ojeras importantes, y una incipiente calentura fruto del cansancio.

Feliz día de la madre, porque aunque haya días complicados y noches en vela, está claro que la vida es mucho más interesante, impredecible, intensa, con un bebé!
Dibujo de María Ángeles inspirado en uno de Dirty Harry ilustrador

sábado, 23 de abril de 2016

Lactancia

 
Llevamos casi 9 meses,  casi 9 meses mágicos con M. Con M y con la lactancia materna. Si al principio alguien me hubiera dicho que iba a durar tanto  no me lo hubiera creído. No lo hubiera hecho por diversas razones : no tenía ni idea de cuánto tiempo quería dar el pecho, solo sabía que lo quería dar. Pero era una convicción laxa:” le daré el pecho pero si no puedo tampoco me voy a agobiar”,  porque para mí ya con tener a M conmigo iba servida. Y luego, porque los inicios fueron muy duros. M nació con 2600 kg y en el hospital nos dijeron que había que suplementarle. Y porque los tres días en el hospital fueron muy duros, no se enganchaba, no mamaba, y terminábamos dándole biberón. Y más tarde, en casa, cuando ya estábamos contentos, qué digo contentos, eufóricos porque veíamos que se enganchaba a la teta y mamaba, de repente íbamos al pediatra y no había ganado peso. 
Y me encontré sola frente a la presión exterior que me decía que diera a M biberón. Por activa y por pasiva. Como tengo un problema de cabezonería, en cuanto me dicen que no puedo hacer algo, lo intento hacer. Y eso que mi convicción sobre el pecho no era muy fuerte. Así que iba de un lado a otro con el minibebé enganchado a la teta, para desayunar, para comer, para cenar, para dormir, para ver la tele, para andar por el pasillo, para elegir el body….Y pasó el primer mes, y M se hizo más fuerte, y empezó a coger peso como un campeón, y todo el mundo se empezó a relajar, y comenzó la maravillosa etapa que seguimos compartiendo, M y yo, aunque ahora menos porque volví al trabajo.
 
Pero estar con M, que se ponga feliz porque sabe que va a comer, que te sonría y te mire enganchado a la teta, que le sirva para calmarle, para darle calor, para alimentarle, para dormirle…. Es lo mejor que me ha pasado. 
 Así que vamos por 9 meses y siguiendo! 

                                                                Dibujo de Ali del Rey www.Alidelrey.com

lunes, 18 de abril de 2016

Sobreviviendo

Y aquí estamos sobreviviendo tras dos semanas. El universo ha confabulado y M  está malo, yo estoy mala, y es lunes…. Y que sí, que es muy bonita la lluvia, pero un poco de sol no estaría de más.
Y yo ya no sé a qué club pertenezco, al club de “las malas madres” por irme a trabajar y dejar a M; al club de “me muero del dolor de espalda” porque M malito solo quiere estar con su mamá y ya empieza a pesar; al club de “tengo la muñeca derecha abierta”, porque obviamente coges al niño con el brazo izquierdo y haces todo con el derecho; al club de “soy una piltrafa alguien me quiere explicar por qué el resto de madres no?”, porque te encuentras con las madres que hacen apología de la oxitocina ( que pasa, que no conocen el resto de neurotransmisores? Porque yo de Oxitocina no se, pero de Dopamina, Noradrenalina y Serotonina creo que voy sobrada), al club de “Pues mi hijo no”, que significa que todas las demás tienen hijos que hacen el doble tirabuzón con salto y voltereta, y M como mucho, hace un esfuerzo sobrehumano y consigue darse la vuelta. De reptar/gatear/andar ni hablemos.

Total, que mi cuerpo piltrafa y mi cabeza a punto de explotar, tendrán que superar el lunes, el trabajo, sacarse leche, llamadas a ver cómo está M, para poder llegar por la tarde en un estado espero que no muy lamentable, a cuidar de nuevo de M.
 Situación en la que me gustaría  estar pero creo que la realidad va ser otra diferente. 

Feliz Lunes! 

viernes, 8 de abril de 2016

Cambios

El mundo de M ha cambiado. Ya no solo porque le hayan salido dos dientecillos, y esté muy gracioso sacando la lengua para tocárselos, jeje ( no quiero saber que contorsionismos hará cuando empiece a tener más y quiera descubrirlos todos). No, el mundo de M ha cambiado porque he vuelto al trabajo. Y pasábamos tanto tiempo juntos (básicamente las 24 horas del día, que si fueran 60 también estaríamos juntos), que ahora la separación es muy triste.
Triste para él y triste para mí. Porque las necesidades de un bebé no pueden cambiar de un día para otro, y porque las mías tampoco han cambiado. Le necesito las 24 horas yo también.
Y porque cuando estás con un bebe, te das cuenta que la vida es pausa. Disfrutar lentamente de las pequeñas cosas porque no hay prisa. La prisa está en la madre: para ducharse, desayunar, hacer la comida, poner la lavadora, “uy, voy a colocar estas bragas”….y todo ello con el minibebe en brazos. El minibebe crece y llevarle en brazos resulta cada vez más complicado, pero así puedes disfrutar, por ejemplo, cuando se rie a carcajadas al lavarte los dientes. Lo que ayuda mucho a la higiene bucal, porque lo haces más a menudo solo por el placer de verle reírse.
La única conclusión que puedo sacar es que viviríamos mucho mejor si pudiéramos ir en bolas a todas horas y la comida la pudiéramos coger cocinada de los árboles.  
Ayyy, echo de menos a M.


Dibujo de Ali del Rey www.alidelrey.com

jueves, 31 de marzo de 2016

M y el mar

En Semana Santa nos hemos ido a la playa. Ha sido nuestro primer viaje y primeras vacaciones casi en en dos años. Con un bebe, una cuna de viaje, la sillita, las maletas, y mil bártulos más por si acaso. La conclusión es que no se necesitan tantos bártulos, porque además colocarlos en el coche es un ejercicio de visión tridimensional espacial importante, para ver como se pueden ocupar todos los huecos disponibles, y no morir en el intento; pero sí se necesitan más bodies, más si puede llover y en secarse pueden tardar un poco.
Pero ha sido liberador, ver la playa, el mar, que M pusiera sus piececitos en la arena, y de paso, también toda la cara -  no se mantiene sentado demasiado tiempo, y no soy tan rápida para sujetarle. Bueno y que me da la risa cuando veo que se cae, (tengo que aprender a priorizar su seguridad ;)).
Y los paseos por la playa, y comer viendo el mar, y ver la cara de asombro que ponía M con las cosas nuevas. A veces no sabes por qué se ríe, o qué ha visto que le gusta tanto, o la razón por la que se pone a parlotear feliz, pero es bonito verlo a través de sus ojos, e intentar ver lo que él mira.


Lo que no fue tan bonito, todo hay que decirlo fue el viaje de vuelta. Nosotros pensábamos inocentemente que se dormiría durante el viaje, ya que habitualmente, y aunque le cueste mucho dormir, era montarse en el coche y quedarse frito. Pero no, los caminos de M son inescrutables cuando se trata de hacer caso a lo que sus progenitores quieren, así que tocó llorar, parar el coche, volver a llorar, volver a parar el coche, que empezara a anochecer, que el sol deslumbrara, que aquí la menda lerenda no viera nada conduciendo..... un verdadero caos. Es en los momentos que pienso que tendría que existir el teletransporte.

domingo, 20 de marzo de 2016

Martina

M no estaría, no tendría mundos, ni historias que contar en un  futuro , si no fuera porque Martina vino, y se fue. Martina llegó por noviembre del 2013, y estuvo conmigo, con nosotros hasta el 11 de julio de 2014, que fue cuando nació, sin vida, en un parto por cesárea. Fue nuestra hija deseada, la pequeña revoltosa que me dio paseos con la abuela, comidas en familia, abrazos triples con su papá, una primavera viendo brotar las flores y eligiendo las que nos gustaban...  El tiempo que nos regaló fue precioso y todo lo que nos enseñó, tan pequeñita; nos enseñó que lo importante es vivir el ahora y disfrutar lo que tenemos, la familia, los amigos, un rayo de sol, un paseo tranquilo, un abrazo...
Martina  era luz, así que cuando nos  tuvo que dejar, de repente llegó oscuridad, los  días tristes y la pena.

M apareció de la nada 5 meses más tarde para volver a traer un poco de luz. Y realmente con él todo se vive mejor y de otra manera, porque cuando sonríe, es imposible no reír con él. Y Martina seguirá, en nuestros corazones, siempre.
Día del recuerdo 2015


lunes, 14 de marzo de 2016

Limoncito



Al principio no existía, era una esperanza, un sueño para ver si las tinieblas se alejaban. Luego fue un atisbo de alegría, y miedo, mucho miedo. Y luego se transformó en lentejita, más tarde en garbancito, y después  Judion. Y de repente fue Limoncito, y así se quedó. Se quedó porque daba miedo ponerle nombre y porque parecía que Limoncito le quedaba bien. Y pasaron los meses, y también fue Luchador, porque se quedaba con nosotros. Y eso que el miedo seguía y aunque parecía que a veces se iba, por la noche volvía para demostrar que nada es seguro, que se puede soñar con las nubes, el cielo, el firmamento , y tocarlo con los dedos, y de repente desaparecer . Pero M llegó, oh sí, y el chiquitín es fuerte. 
Y los días pasan , y mola, mola mucho estar con él, y ver cómo arruga la nariz o chasquea la lengua, o chapotea, o se cabrea, o se echa mini-siestas, o se acuna. 
Así que su padre y yo le miramos embobados, y nos miramos y nos reímos. Porque a veces ni nos creemos que sea real. 
Veremos a ver como de real me parece no estar con él cuando en menos de un mes tenga que volver a trabajar. Y no vea por primera vez como hace algo, o haga algo que ya no vuelva a hacer. Porque se les olvida. Ya por ejemplo M no hace pedorretas,aprendió y a otra cosa mariposa. 
Asi que por ahora le seguiré mirando para no perderme como descubre el mundo.
Dibujo de Ali del Rey www.alidelrey.com

sábado, 12 de marzo de 2016

Mi pequeño M

M es pequeño, es diminuto, mira con sus ojos y sonríe, o se enfada y gruñe, pero es alegría, es color, es el arcoiris que ha venido tras la tormenta, y ha venido para quedarse. Para iluminar a sus padres y a todo el que le mire, y le observe con el corazón. M es maravilloso. Pero no duerme 8 horas seguidas, no, se despierta cada 1 o 2 horas, aunque chapotea en el agua y hace ruiditos. No sé si compensa una cosa con otra, pero algo es algo.
M se ha descubierto los pies, y deben saber bien porque se los mete en la boca, no sé si el sabor mola, o las cosquillas gustan, pero ahí estamos, pasándolo bien haciendo ejercicios.
M es chico, y tiene a su hermana mayor, M también, en las estrellas y cuidando de él. A ver qué conseguimos. Porque poco a poco estamos haciendo el camino y descubriendo el mundo. Y los pequeños regalos que nos da la vida, hay que disfrutarlos. Aunque este pequeño regalo ya pese 7 kilos, y sentirse poderosa porque se puede, da mucha fuerza, con el  agotamiento incluido en el pack.
Dibujo de Ali del Rey : http://www.alidelrey.com/