Llueve. Está gris. Hace frio. Me muero de sueño. Mala combinación si vuelves
conduciendo del trabajo.
Estos días/semanas están siendo complicados. A mediados de Enero, J se puso mala con
algún virus, traducido en fiebre, mocos y tos, y no dormir. A la siguiente
semana, M ha decidido que para qué
dormir bien si se puede uno despertar cada 10 minutos. La ultima semana de
Enero, M se puso malo, y volvimos a no dormir. Esta semana, lunes, J se ha
despertado con fiebre (que se lo ha debido de pegar su hermano). Conclusión,
tengo una cuadrilla de obreros con taladros, martillos y picas dentro de mi cabeza, y no me dejan en
paz.
Además he
descubierto que mi marido cortocircuita. Y da chispazos, por no llamarlo
exabruptos, o que estamos todos muy cansados ya. Un lunes cualquiera, los dos
niños se despiertan a las 6:30 cuando yo me levanto para ir al trabajo, y es mi
marido el que se queda con los dos. Y se despiertan los dos niños, que pueden
que estén medio malos, o incubando algo, o que se despiertan así, y acontece el
desastre absoluto. El pobre, con dos
manos, dos pies y una cabeza, y dos niños gritando y pidiendo su atención,
cortocircuita y entra en barrena. Menos mal que se reinicia y luego atiende a
un niño y a otro. Pero sí, son mañanas complicadas.
Todavía
queda mucha semana por delante y muchas noches de no dormir, y solo puedo
pensar lo que dice M cuando le propones algo que no quiere hacer en ese momento:
Padres: - “vamos a cenar”
M :- mañana.
Padres: - vamos al cole
M :- - mañana
Padres: - vamos a ver a los abuelos
M :- - mañana
- Padres: vamos
a dormir
M :- - mañana
Aunque
aquí también puede decir, si es la siesta " es de día, mama". Ese es su interés en dormir.
Que
estemos cansados también ayuda que de repente el momento de la cena se vuelva
complicado, yo tire un vaso de agua, M se haya quitado las zapatillas y quiera
hacer la danza de la lluvia con el agua derramada, que sus padres se pongan a
gritar que no pise el agua, que termine todo en lloros...y yo pienso, y luego
hay otras familias, que relativizan y todo es genial, y paz, y momentos
zen..... y yo solo puedo decir que no llego a esos momentos zen. Aún. Lo estoy
intentando.
Días que me funciona mejor el Zen y hacemos galletas.
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