Hoy el bebe de
una amiga ha nacido, y además de la alegría que haya salido todo
bien, me ha dado añoranza, y ternura, de mis bebes. Porque J con casi 10
meses y M con 3 años, la etapa de bebe se va yendo. Y lo recuerdo con una
ternura infinita, y nostalgia. Tener a un bebe en brazos, dar teta, dormir con él… es
precioso, genial, lo mejor del mundo. Vale que el cerebro borre todo lo duro, que si me preguntais el primer mes, no estaría yo dando tantos saltos de alegría, que daba teta a J en el salón, si me levantaba por la noche, porque regurgitaba y no la podía dar tumbada en la cama, y M se despertaba, y tenía a los dos en el salón, una en la teta y al otro dormido en mi hombro y con la mano en la teta... Es verdad, es verdad, que los inicios fueron duros. Pero no tan duros como con M.
Con J no hemos tenido ese agobio horrible, esa
presión… Con M nos pasamos discutiendo casi el primer mes - que quizás también exagero, pero era salir del pediatra y empezar a "hablar-discutir", de si darle
leche de formula, de si seguir con el pecho, de si darle chupete, de si dormir
con él en la cama…, con J se nos fue todo este agobio y ha sido más fluir. También es verdad que quizás como teníamos menos tiempo, pues era lo que era y ya está-. Y se dio teta, seguimos con
ella en la cama, no lleva chupete. Y todo va más fácil. J tiene casi 10 meses y
no gatea, no le ha salido ningún diente aún, y se medio da la vuelta pero luego
no sabe volver de nuevo a ponerse boca arriba. M con esa edad ya gateaba, se
daba la vuelta desde los 7 meses, y tenía ya dientes. Y qué direis?, pues que con J no nos agobiamos.
Con M estábamos, "gateará?? Va tarde? lo estamos haciendo bien? la gente dice esto... y esto...y esto .." Que al final hay que disfrutar, y que a los padres primerizos, por mucho que nos digan, se nos olvida.