miércoles, 16 de agosto de 2017

Vacaciones y cambios

Ya de vuelta de vacaciones, que no han sido como en un principio esperábamos.

Nuestras vacaciones iban a ser en Mallorca, pero los acontecimientos (M estuvo ingresado 4 días) hicieron que tuviéramos que cambiar de planes, así que cancelamos el viaje, M no ha viajado en avión, y nosotros no hemos tenido que pensar en mucha logística. A cambio, hemos ajustado planes y nos hemos ido a La Manga, donde los abuelos tienen una casa, plan conocido y trillado.
Para la maleta, hemos metido los imprescindibles de M:
- libros: "La oruga glotona", "Pájaro amarillo", "Monstruo rosa", "Puedo mirar tu pañal?", y "Un beso antes de dormir".
- peluches- pájaro, gato, vaca
- el triciclo - M no va a ningún lado sin él

Y hemos pasado una semana, con mucho calor (sí, había de nuevo otra ola de calor) pero M disfrutando como un loco con el mar.

Aquí tengo que puntualizar, que M no es un niño que se quede quieto con la arena, se pone a correr, se mete en el mar, sale, hace la lombriz arrastrándose por la arena, viene una ola y le da un revolcón, el padre entra en pánico, ve un inflable de otro niño y va corriendo a montarse, pisa la toalla de un bañista y el bañista se pone histérico, el padre pide perdón pero se pone también nervioso. Yo que me había sentado en la toalla tengo que ir corriendo a hacer no sé qué. Nos ponemos con M a saltar olas, M hace la croqueta en la arena.... y vuelta a empezar. Vamos, que descansado no es. Divertido sí.
Con el triciclo M se tira como loco por las rampas, dice "hola" a niñas, quiere abrir las duchas del paseo marítimo, persigue a perritos... y los padres corriendo.
Cuando llega la noche, tenemos una hora de descanso antes de ir a la cama y empezar de nuevo.

Y así hemos estado, disfrutando como locos, hasta hoy, que hay que volver a la realidad, snif snif.

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