Y así casi en un plis se pasa Octubre. Me decía mi hermana Ali que parezco una madre agobiada. Y no voy a mentir, soy una madre agobiada. Principalmente por el tiempo, porque parece que no tengo, o quiero llegar a todo y tengo que aceptar que no se puede, y luego porque como dice el padre de M, ahora no hay mucha comunicación con M. Le puedes decir cualquier cosa, que como quien oye llover. Aunque él tiene muy claro lo que quiere, lo señala con el dedo y se enfada si no se lo das. Habitualment su pequeño radar quiere lo peligroso que hay encima de la mesa, lo que no se le puede dar, o lo que puede transformar en un arma arrojadiza. Claro, y como se lo quites, tienes un pitch agudo que parece que te va a reventar los tímpanos.
Intento relajarme un poco en lo que me gusta, que es en coser, y en coserle cosas a M. Así que mi vena consumista se está centrando en telas con las que puedo hacer cosas a Marcos. Por ahora he sacado poco tiempo, pero el objetivo es usar las telas que he comprado, asi que a ver como me las arreglo, para coser y para hacer ejercicio también.
Hice un pequeño maratón para su cumpleaños y le hice un tipi y su corona para que soplara las velas, todo con estrellitas, por supuesto.
Para sus juguetes le he hecho una bolsa XL (es que tiene demasiados juguetes!)
Ya me animé y cogí carrerilla y le he cosido unos pantalones. El siguiente reto es coserle cualquier cosa que se me pase por la cabeza.
y en algún momento, para cuando se traslade a su habitación, se la decoré un poco, también con estrellas, luna y nubes. El día en que se quiera trasladar creo que está lejano, pero ahí queda la decoración.
Y ya casi estamos a fin de semana, con lo que puedo volver a intentar coger la máquina de coser y seguir creando :)
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