M tiene ya casi 10 meses ,y durante estos 10 meses han pasado muchas cosas. Lloros, risas, asombro, preocupaciones, cansancio, disfrute… Es verdad que es muy cansado, y más cuando M tiene varios despertares y si no estás a su lado, se agobia y llora. Y si le dejas solo, se puede entretener un rato, pero en seguida se aburre, y también te llama para que le hagas caso, o porque no llega al juguete, o porque está cansado de estar tumbado y se quiere mover, o porque ha pensado que ya te ha dejado suficiente tiempo para que hagas tus cosas (estar tumbada en el sofá intentando descansar), así que sí, la crianza con apego es cansada.
Pero aunque es agotador, es un disfrute (siempre y cuando M no esté enfermo, que en ese caso, hay caos y destrucción), y cada vez el disfrute es mayor. M ha pasado a moverse más. Intenta gatear, pero se mueve poco, y si lo consigue va hacia atrás, pero le quedará poco para que llegue a ser una mopa andante. A M le gustan las canciones, y cuando empiezas a cantar, se medio sonríe porque sabe que le vas a hacer cosquillas o vas a jugar con él. M echa los bracitos para que le cojas, aunque a veces ve al abuelo, le echa los brazos, luego cambia de opinión, no sabe decidirse y finalmente casi siempre gano yo!.
M sonríe y carcajea, y grita y salta cuando está feliz y descubre nuevas cosas que puede coger con las manos.
Y con M se vuelve a la infancia, uno se olvida del trabajo y las preocupaciones y la vida estresada, y puedes ponerte a cantar canciones por la calle sin que la gente te mire raro, o a hacer caras y pedorretas porque M te contesta.