No me acuerdo de nada. No me acuerdo cuando empiezan a salir los dientes o como empecé con la alimentación complementaria con M. Así que ahora me lo inventaré con J. No me acuerdo de cuando M empezó a hacer pedorretas o cuando se sentó por primera vez. No me acuerdo de nada pero eso sí, tengo mucho sueño. Hasta el sueño que tenía cuando M era pequeño se me ha olvidado. Y me voy a la cama pensando en costuras y en hacer mochilas, y pasan los días y sigo sin tener tiempo. Y sigo teniendo sueño. M está muy gracioso pero a veces seguir a un niño es muy cansado, y hay que decir que a M le gusta correr y hacer carreras ( y yo con mi cansancio...). Y M sueña con excavadoras. E ir a verlas. Y te dice cuando vamos en el coche “ mira por arriba, rápido rápido rápido”. Y yo por el pueblo dando vueltas buscando excavadoras. Antes fueron las aspiradoras , “payas” las llamaba. Y antes quitar las pilas a todos los mandos. Y antes, guardar todas las cremas en una nevera portátil. Y antes quitar las ruedas a sus coches. Y así estamos en casa, con coches sin ruedas, con tres excavadoras de juguete, sin pilas y sin cremas. Cada día inventa algo. Y yo sigo con sueño. J es muy buena, pero como buen bebé que se precie, le gusta su teta por las noches. Que tiene que mantener sus piernotas para el verano. Las cosas curiosas de la vida, los adultos encantados de que J tenga roscas en las piernas, pero eso sí, las piernas gordas para nosotras no las queremos. Resumiendo, que no me acuerdo de nada, que tengo sueño, los bebés molan, los niños de dos años para tres son la pera y que me gusta coser.
Somos superwoman. Aquí me falta uno de mis polluelos, que habrá que meterle ...