Hemos empezado la operación cama. Hemos preparado a M su cama, a la altura casi del suelo, con un bonito cabecero hecho por su padre y pintado por los dos. Y hoy M se ha dormido en su cama.
Ha sido El Segundo día, (con mayúsculas, sí), pero el primero fue hace una semana. Hubo poco éxito; se durmió, se despertó, lloró, y a la una ya estaba en mi cama. Y a partir de ahí, la semana no mejoró, M cayó con gripe, principio de bronquiolitis, toses, otitis.... así que con el calor de mamá a dormir toda la semana. Hoy no ha tenido fiebre, ha comido algo más, y a la hora de dormir, que estaba con su padre leyendo cuentos, ha decidido quedarse en su cama. Eso sí, me ha venido a buscar para que me acueste con él.
Le ha costado más que habitualmente dormirse, porque la cama está pegada a la pared, y se ha dedicado a dar vueltas como una peonza, poniendo los pies en la pared, en el cabecero, en mi cara.... y al final, con la mano en mi pecho, se ha dormido. A ver como evoluciona la operación cama.
Pero lo que sí que tengo claro es que no le quiero obligar, no quiero que lo pase mal, quiero que todo llegue de manera natural, no sé si será el camino correcto o no, pero por ahora es lo que intentaremos.
La cama de M